lunes, 14 de enero de 2008

SEÑORA, ABRA, SOY EL TÉCNICO

Cuando algo se rompe en la casa ya sea un caño, el lavarropas, un enchufe, saben quien aparece?...la soledad. Si, es uno de esos momentos en que para las mujeres que viven solas es un drama. Primero hay que saber a quien llamar. Si vives en un edificio el portero o el encargado pueden ayudarnos, de no ser así vamos hasta la ferretería que sin dudas nos darán el número de algún técnico. Un vez que tenemos ese dato viene la dura tarea de ubicarlo y de ser así de que venga rápido. Seguramente lo otro que hay que arreglar (además de lo que se rompió) es el horario, ya que si trabajas, podrás estar en casa a la tardecita o el fin de semana. resuelto este tema y una vez que el técnico visita la casa está el presupuesto. Siempre será mayor de lo que pensamos pero lo que queremos es que lo arregle y que este calvario termine. Y está el tema de que el técnico huele cuando una señora está sola. Es muy fuerte y humillante que una mujer deba simular que ni vive sola y se nos escapa " cuando venga mi marido consulto el presupuesto y le aviso." Pero el problema sigue sin resolverse. En definitiva la casa debe funcionar. Creo que ningún hombre solo siente lo que sentimos nosotras. No por ello saldremos a buscar marido ya que un hombre no puede ser plomero, electricista, carpintero, todo a la vez. Conozco gente sola que se anotó en diferentes cursos para poder arreglar lo que se rompió en casa. No es mala idea, pero es esa la solución?.

Es otra mirada al tema de la soledad, y lo que escribí es en forma sintética parte del libro SOY SOLA de la periodista argentina Teresita Ferrari, recientemente editado en Montevideo por la editorial Longseller.
A veces "ser sola" es realmente un problema. Lo que hay que tratar es que ese problema no nos arrastre y nos haga sentir aún más solas.

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